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lunes, 14 de junio de 2010

Relaciones Humanas

Partiendo que somos seres humanos y un conjunto de características humanas, sociales, animales nos determinan en nuestra conducta.Podríamos asegurar que somos maquinas lógicas e ilógicas, racionales e irracionales, sentimentalistas y fríos, platónicos y sofista. Todo en cuestión de segundos, nuestra mente pasa por todos esos estadios, para justificar nuestros sentimientos y actos.
Suponemos en mayor parte de los casos, el pensamiento de los demás, si somos inseguros, nos replegamos en nosotros captando todo tipo de herramientas a nuestro alcance para defendernos ante el mínimo ataque, esta inseguridad nos lleva a la búsqueda de respuestas inmediatas para desorientar nuestra inseguridad, buscamos rapidez y no verdades, la frustración no es tolerada hiere los sentimientos y se vuelve agonizante para nuestra inseguridad, buscando nuestra carencia en el otro y no como verdaderos autores de la historia todo pasa por el otro, el destino maneja esa vida de inseguridad y de sentimientos de auto compasión personal, el sentirse siempre pobre aniquila toda esperanza de un futuro mejor.
Somos Lógicos, pero casi siempre nuestras conclusiones son falsas, no conocemos realmente que procedimiento es el que regula nuestra lógica, hay lógicas universales pero no todo el universo se mueve por la misma, para algunos puede ser muy lógico que si se ha sido engañado, la confianza no sea la misma que antes hacia ese objeto o esa persona, pero sin embargo no todos se apegan a esta lógica o pensamiento.
Es imperioso observar como las relaciones humanas se basan en supuestos, nadie piensa tirarse de un trampolín sin suponer que hay agua en la pileta, y puedo afirmar que todos suponemos, sobre distintos puntos, con diferentes acciones.
Ningún hombre se acerca a una mujer si primeramente no supone que es correspondido, y obviamente por definición la mujer hace igual. Sin suposición no habría actos, seria un acto lógico, suponemos que un clavo servirá para arreglar una madera. Como también creemos que un hombre será correspondido por alguna mujer y viceversa, o sea que nuestro pensamiento supone en base a lo que conocemos o vemos como natural o normal para nosotros, si un hombre supone o cree que alguien le es infiel sin pruebas es porque supone o cree que en su vida la infidelidad puede estar, en cambio para los que no la conocen este punto estaría carente de sentido, nunca se le ocurriría suponer o creer una infidelidad.
Esto nos lleva a la conclusión que nuestras suposiciones o creencias son parte de las cosas que están a nuestro alcance, de las cosas que conocemos, un acto netamente empírico, nadie puede afirmar que existe la bondad si desconoce la maldad y así lo contrario, suponemos o creemos que alguien es bueno cuando no hay maldad en el, y decimos que es malo por la carencia de su bondad, podemos suponer en base a nuestro conocimiento anterior sobre eso.
Una de las cosas mas interesantes en esto, es el valor de la suposición o del creer algo, y como nuestros pensamientos al encontrar algo nuevo, lo comparan con lo conocido hasta el momento, para una persona que vivió toda la vida del maltrato y no tuvo un contacto verdadero con el afecto se siente raro y hasta podría sentir rechazo por el afecto, pero luego que se acostumbre al cariño y el afecto será el primero en ver cuando realmente esta siendo atacado o por el contrario ante la menor frustración se sentirá atacado y maltratado.
Buscamos siempre y en todo lugar la comparación con lo conocido, creemos que eso nos ayuda en nuestras relaciones humanas, pero precisamente eso nos limita al verdadero conocer, el conocer es observar, con nuestra capacidad de razonamiento y no de suposición o de creer, si solo creemos nos apegamos a rotular las cosas, en cambio si razonamos debidamente dejaríamos de suponer y creer para comenzar a ver el verdadero ser que se esconde detrás de nuestras suposiciones, que no siempre son prejuicios, ya que no se basa en desconocimiento, por lo menos eso creemos.

domingo, 13 de junio de 2010

El Thánatos freudiano y la concepción necrófila frommdiana por Gustavo M. Silva Fernandez

El Thánatos freudiano y la concepción necrófila frommdiana


por
Gustavo M. Silva Fernandez


Si pensamos estos conceptos no ha de extrañarnos encontrar una íntima relación entre ellos. Freud nombra “Thánatos” (que en griego significa “muerte”) a los impulsos de muerte, impulsos que pugnan por retornar a la materia inorgánica. Por su parte, Fromm denomina “necrófila” (que significa “amor a la muerte”) a la concepción que adoptan opresores y oprimidos. Considero que cuando Fromm evoca a la concepción necrófila también se está refiriendo a los impulsos de muerte de los que habla Freud, impulsos opuestos al Eros (impulsos de vida): Thánatos y Eros, impulsos de muerte e impulsos de vida.
Entonces, relacionando estas teorías podemos decir que la implantación de esta concepción necrófila del hombre no es más que el intento de dirigirlos a una concepción thanática de autodestrucción (divide y vencerás es el dicho). Implantar esta concepción thanática en los inconscientes de los oprimidos no tiene otro fin más que llevarlos a su propia autodestrucción, en donde los oprimidos se convencen de su incapacidad y por ende abandonan la lucha (si es que la empezaron siquiera).




Bibliografía:

Hall, Calvin S. (1976) Compendio de psicología freudiana. Buenos Aires: Paidós.
Fromm, Erich. (1980) El miedo a la libertad. Buenos Aires: Padiós.
Wyss, Dieter. (1964) Las escuelas de psicología profunda. Madrid: Editorial Gredos.


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